Skip to main content

FIJACIÓN BIOLÓGICA DE NITROGENO, SERVICIO E INNOVACIÓN

La inoculación de las leguminosas es una práctica incorporada desde hace muchos años que forma parte de la cultura de los productores. Nadie duda en inocular porque se parte de la base de que los beneficios son altos respecto a un costo bajo.

Un aspecto que ha contribuido a que la práctica de la inoculación sea un éxito es que se ha garantizado desde siempre una altísima calidad de los inoculantes, los cuales se fabrican con cepas eficientes específicas para cada especie de las leguminosas en uso.

La inoculación simple tradicional consiste en utilizar un paquete de inoculante en turba cada 25 kg de semilla usando un adherente para que quede pegado a la semilla. A veces se utiliza un polvo secante para permitir el uso rápido de las semillas o en el caso de las siembras en cobertura como protección contra la radiación ultravioleta. Debe tenerse en cuenta que el polvo secante provoca deshidratación y ésta es la principal causa de la mortalidad de los rizobios. Éstos son bacterias que establecen una relación de mutuo beneficio con las leguminosas (simbiosis) en la que la planta es la fuente de energía, mientras que los rizobios proveen nitrógeno que toman del aire. Es un proceso que demanda mucha energía por parte de la planta, por lo que es fundamental que sea muy eficiente.

También debe tenerse en cuenta que los curasemillas pueden tener un efecto benéfico en el control de insectos u hongos, pero no ser compatibles con los rizobios del inoculante. Por lo tanto hay que elegir los curasemillas menos perjudiciales para estas bacterias y analizar el costo-beneficio cuando se piensa en incluirlos. El proceso principal a defender es un buen establecimiento de la simbiosis.

Otro aspecto a tener en cuenta es la mezcla de semillas con fertilizantes y evitar el contacto con fertilizantes fuertemente ácidos como el superfosfato simple.

Además de la inoculación simple, que implica la siembra rápida de las semillas inoculadas, existe la inoculación de larga vida, la cual se basa en una mayor dosis de inoculante y el uso de un bioprotector que asegure una alta sobrevivencia de los rizobios durante un tiempo prolongado. El método usado por El Sembrador ha logrado excelente nodulación en semillas de Trébol Rojo y Alfalfa luego de 75 y 45 días de inoculadas, respectivamente, mantenidas en condiciones normales de almacenaje.

Ambos tipos de inoculación, tanto la simple como la de larga vida, son solicitadas cada vez con más frecuencia por nuestros clientes, dado que simplifican el trabajo en los establecimientos y permiten acceder a un servicio de buena calidad, sin distraer mano de obra.

volver al listado novedades

Leave a Reply